¿Puede una prenda de vestir contar la historia de un país? ¿Qué nos dicen los objetos vestimentarios sobre nuestra memoria colectiva? Estas preguntas son el punto de partida de «Vestir las memorias», un artículo que escribí para la revista Tadeo DeArte. Se trata de una reflexión sobre el valor del vestido como registro histórico y cultural.
El texto explora las profundas relaciones entre memoria, vestido y moda, mostrando cómo ciertas prendas —resguardadas en museos, asociadas a figuras históricas o a diseñadores emblemáticos— han sido detonantes de investigaciones y exposiciones que han enriquecido la memoria histórica y social de diversas naciones.
A partir de casos nacionales e internacionales, el artículo plantea un llamado urgente: la necesidad de preservar también aquellas prendas que forman parte de la vida cotidiana. En Colombia, esto implica revisar nuestras políticas de colección y reconocer el patrimonio sartorial como un componente clave de nuestra identidad cultural.
¿Por qué deberías leerlo?
Porque nos invita a mirar la ropa más allá de su función estética o utilitaria. Nos recuerda que las prendas que usamos (y las que usaron quienes nos precedieron) contienen relatos íntimos, sociales y políticos. Y porque, al final, propone una idea necesaria y provocadora: la creación de un museo de la moda y el vestido en Colombia, como apuesta para mantener viva nuestra memoria sartorial.
Te invito a leer el artículo completo y a sumarte a esta conversación sobre moda, memoria y patrimonio.
