
Vestido creado por Jean Patou, en crespón de china, estampado por la firma Bianchini y complementado con una pava también firmada por Patou. Vogue, París, mayo de 1928. Foto: Archivo en línea de la Biblioteca Nacional de Francia.
Por William Cruz Bermeo
[JULIO, 1928] Por primera vez la revista femenina de Medellín Letras y Encajes, utiliza fotografías, en lugar de figurines, para ambientar su sección de moda llamada «Elegancias». Fue esta misma imagen, realizada por el célebre fotógrafo George Hoyningen-Huene para Vogue París y publicada en su edición de mayo de 1928. Tan solo dos meses después, en julio, y en una era de velocidades de comunicación incomparables a las de hoy, Letras y Encajes la tomó para sus páginas, describiéndola como un «traje de Chanel en chifon estampado». En realidad, era un vestido creado por Jean Patou, en crespón de china y estampado por la firma Bianchini, complementado con una pava también firmada por Patou. ¿Por qué atribuir este diseño a Chanel o cambiar su nombre? ¿Fue simplemente un error? ¿O cabe suponer que se debió al nombre mismo de la diseñadora que, para el periodo entreguerras, era una de las más afamadas de la moda internacional? Así el nombre de Chanel hizo su primera aparición impresa en Medellín, en Letras y Encajes, aunque le fuera erróneamente adjudicado un modelo cuya autoría no le correspondía. De enterarse mademoiselle Chanel, no creo que se hubiera molestado, a la hora de la verdad le daba más relevancia a la promoción de su nombre e imagen que a sus productos, los cuales le halagaba que se los copiaran.