Por William Cruz Bermeo

Corsé inglés de seda color de rosa con mangas, 1660-70. © The Victoria & Albert Museum, Londres.
Hay una prenda que en la historia de la moda despierta fascinación, en parte por su prolongada permanencia en los guardarropas de las mujeres occidentales, y por la cantidad de mitos que se han tejido en torno a ella, esa prenda es el corsé.
Para entrar en una reseña sobre él precisaremos primero los distintos nombres que ha recibido, pues resulta que su actual denominación es propia del siglo XIX. Antes de esto los corsés fueron nombrados como cuerpo, en el siglo XVI; cuerpos de ballenas, en el siglo XVII; y cotillas o ballenas, en el siglo XVIII. Quiere decir que en cada periodo el nombre estuvo ligado a su función o al material con cual se confeccionaba.
Por el lado de la función, implica que el corsé obraba como un sustituto del cuerpo o era en sí el cuerpo ideal al cual los cuerpos de las usuarias debían amoldarse; y en cuanto al material de confección, refiere a las varillas que le daban la rigidez necesaria convertirse en un muro de contención para esos cuerpos, las cuales eran hechas con cartílagos mandibulares de ballena. … Leer Más